Producto de la pandemia, el equipo de kinesiólogos se debió trasladar a una sede vecinal cercana al hospital San Vicente y así, habilitar espacios para implementar una Unidad de Emergencia No Respiratoria. Esta modificación duró más de dos años y desde esta semana, está permitiendo retomar un lugar que es reconocido por la comunidad.

El equipo, compuesto hoy en día por 12 profesionales de kinesiología y dos técnicos en enfermería, no sólo se preocupa de la rehabilitación del paciente producto de una lesión, sino que también se encarga de apoyar a las personas a través de atenciones domiciliarias, en neurorehabilitación infantil, hospitalizados, cuidados paliativos y a aquellas que tienen dificultades respiratorias, a través de la sala de Infección Respiratoria Aguda (IRA), dirigido a pacientes entre 0 y 19 años, y la de Enfermedad Respiratoria Crónica (ERA), dirigido a pacientes de 19 años o más.  

Para Francisco Molina Soto, kinesiólogo de la unidad, este cambio “es una tremenda noticia para el equipo y para la comunidad en general, porque podemos retomar un espacio, de más de 120m2, que se ha identificado con nuestros pacientes y que ofrece mejores instalaciones. Se viene el invierno y tenemos que disponer de un espacio ad hoc para atender todas las necesidades de la comunidad”, valoró el profesional.

Como dato estadístico, en kinesiología se realizan más de 15 ml atenciones por año, lo que se “transforma en una unidad fundamental en el funcionamiento del hospital, pues son ellos, quienes cumplen una labor transversal en el hospital y están presentes en gran parte de nuestras unidades críticas”, explicó Mónica Seguel Acevedo, directora del hospital de la comuna de Arauco.